Limpiamos y preparamos la pota: Lo primero, lavamos bien la pota ya limpia y cortada en anillas o trozos, y la secamos con papel de cocina. Te aconsejo, golpearla suavemente con un mazo de cocina o la parte plana de un cuchillo para ablandarla aún más.
1 Kg pota limpia y cortada en anillas o trozos
Ahora vamos con el sofrito de las verduras: En una olla grande, añade un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y lo calentamos a fuego medio. Agregamos la cebolla, los ajos y los pimientos picados, y lo sofreímos durante unos 5-7 minutos, hasta que estén tiernos y doraditos.
1 cebolla grande, 2 dientes de ajo, 1 pimiento verde, Aceite de oliva virgen extra, 1 pimiento rojo
Añadimos la pota y las especias: Incorporamos las anillas o trozos de pota a la olla. Añadimos sal y pimienta al gusto, la hoja de laurel y el pimentón dulce. Mezclamos bien y cocinamos durante unos 5 minutos para que la pota se dore ligeramente y se mezclen los sabores.
Sal y pimienta al gusto, 1 hoja de laurel, 1 cucharadita pimentón dulce
Añadimos los líquidos y el tomate: Vertemos el vino blanco y el caldo de pescado en la olla. Dejamos que el alcohol se evapore durante unos 2-3 minutos. Luego, agregamos los tomates picados y mezclamos bien.
2 tomates maduros, 1/2 vaso vino blanco, 1/2 vaso caldo de pescado
Cocinamos la pota lentamente: Bajamos el fuego, tapamos la olla y cocinamos a fuego lento durante 45 minutos a 1 hora, removiendo de vez en cuando. La cocción lenta ayudará a que la pota quede tierna y sabrosa. Si la salsa se seca demasiado durante la cocción, añade un poco más de caldo de pescado.
Ajustamos la sazón: Probamos la salsa y ajustamos la sal y pimienta al gusto. Si es necesario, cocinamos unos minutos más hasta que la veamos tierna y en su punto.
Decoramos y servimos: Retiramos la olla del fuego y decoramos con perejil fresco picado. Servimos la pota caliente. A mi me gusta acompañarla de un poco de arroz blanco, y lo que nunca me falta es el pan, para mojar en su salsa.
Perejil fresco picado para decorar