¿Cuánto nos gusta el pan, verdad, cocinillas? Pues sí, es un elemento fundamental de nuestros desayunos y meriendas. Coger la tostadora es lo más habitual, pero no es la forma más sabrosa de prepararlo, ya que su uso es muy limitado.
Si no te quieres poner límites y te gusta controlar el tostado de tu pan, te aconsejo que pruebes a hacerlo en una sartén. Parece algo antiguo y desfasado… No, ¡las abuelas sabían perfectamente lo que hacían! Déjame que te lo demuestre 😉
Ventajas de esta forma de tostar el pan
Si crees que hacer pan en una sartén es más engorroso que una tostadora clásica, estás muy equivocado. Tiene muchas más ventajas de las que crees:
- ¡Olvídate de la tostadora! A veces tenemos demasiados cacharros en la cocina que no son imprescindibles, y más cuando el espacio es reducido. Es una forma de quitar un aparato de tus muebles.
- Dora a tu gusto. Una tostadora convencional no te permite regular tanto la forma de tostado, mientras que la sartén puedes hacerlo como más te guste controlando todo el proceso.
- Más crujiente y sabroso. ¿A que no usas aceite ni mantequilla en una tostadora? No es obligatorio, pero echarlo marca la diferencia. El pan se queda más sabroso gracias a la grasa adicional.
- Te permite añadir ingredientes que te gusten, como queso, hierbas o incluso ajo. También puedes preparar un sándwich mixto y calentar tus bocadillos.
Paso a paso de cómo tostar pan en una sartén
Preparar pan tostado en la sartén es muy fácil y rápido, con este paso a paso consigues un pan crujiente y con un sabor propio, me recuerda a esas tostadas que mi abuela me hacía en la chimenea de pequeña.
Tiempo total: 10 minutos
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Prepara la sartén con un poco de grasa, puedes usar mantequilla o aceite, según prefieras.
Te recomiendo extenderlo con un pincel de cocina para no excederte en la cantidad.
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Luego pon el fuego a temperatura media y coloca tu rebanada de pan.
Si quieres tostar varias al mismo tiempo, asegúrate de que la sartén es suficientemente grande para que todas las rebanadas estén en contacto con el suelo de la sartén.
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Tuesta el pan durante unos minutos por ambos lados hasta que tenga el color que te gusta.
Si vas a hacer varias tantas, no lo coloques directamente en el plato, sino sobre una rejilla para que no se pierda la textura crujiente.
Herramientas:
- Sartén de fondo ancho y antiadherente
Materiales: Mantequilla o aceite
Lo puedes acompañar como más te guste, con mantequilla, mermelada, embutido, queso, aguacate… Eso sí, ¡calentito está más rico! No tardes mucho en comértelo.
¿Qué tipo de sartén es mejor?
Para tostar pan yo te aconsejo que uses una sartén de fondo ancho y antiadherente. Distribuyen el calor uniformemente y sobre todo evita que se pegue en la sartén. Es ideal si no vas a echarle ningún tipo de grasa.
Si bien, a mí personalmente me gustan más las sartenes de acero inoxidables. Son muy duraderas y con el tiempo no tendrás problemas de que los materiales de anti adherencia se despeguen, con el riesgo de pegarse en los alimentos. Eso sí, requiere de un poco de grasa para que no se pegue.
En cualquier caso, es fundamental que elijas el tamaño adecuado para la cantidad de tostadas que vas a hacer de una vez. Yo te recomiendo que evites haces muchas tantas, pues el pan caliente siempre es mejor.
Mejores tipos de pan para tostar en la sartén
Lo cierto es que la sartén te permite tostar pan sin tostadora, sea cuál sea el tipo de pan, aunque algunos quedan mejor que otros. Aquí te menciono algunos de mis preferidos:
- Pan blanco: es el más común, lo puedes encontrar en cualquier super y siempre queda muy crujiente. Es uno de los más agradecidos para tostar, pero también de los menos saludables.
- Pan integral: su textura es más densa, sin embargo es más sano. Te proporciona un tostado crujiente y un sabor potente.
- Pan de masa madre: en los últimos años ha tenido un gran auge por considerarse un pan con una elaboración más compleja y saludable. Lo que más me gusta de este, es que la corteza queda crujiente.
Estos son los tipos más comunes y los que yo te recomiendo. Pero para aquellos que les guste experimentar otras texturas y sabores, hay dos especialmente buenos:
- Bagels: se han puesto también muy de moda en los últimos años como una forma de comer un bocadillo más sano. Se puede tostar muy bien por todos lados y es una opción genial para tus cenas.
- Muffins ingleses: es más difícil de encontrar, pues es una variedad específica inglesa. Es un pan redondo, parecido al pan de cristal, que queda muy suave y crujiente. Ideal para desayunar con mantequilla o mermelada.
¡Crunch, Crunch! Disfruta del dulce sonido del pan crujiente.
