Si estás buscando una receta de postre que se ajuste a tu plan de alimentación bajo en carbohidratos, estás en el lugar correcto. Hoy, compartiré contigo una receta de muffins de arándanos cetogénicos que son fáciles de hacer y que no te harán sentir culpable después de comerlos.
A diferencia de los muffins tradicionales que están cargados de azúcar y carbohidratos, estos muffins de arándanos ceto están hechos con ingredientes saludables y compatibles con la dieta cetogénica. No te preocupes, aunque estos muffins son bajos en carbohidratos, no sacrificarás el sabor o la textura esponjosa de un muffin clásico.
Yo la uso para quitarme el antojo de postre sin sacrificar la dieta cetogénica, ¿Te cuento cómo hacer estos deliciosos muffins de arándanos ceto?
![Ceto Muffins de arándanos](https://blogdelcocinillas.com/wp-content/uploads/2022/02/CetoMuffins.jpg.webp)
Ceto Muffins de arándanos
Equipamiento
- Batidora
- horno
Ingredientes
- 100 gr harina de almendras
- 40 gr eritritol
- 2,5 gr esencia de vainilla
- 1 huevo
- 20 gr aceite de coco
Video
¿No te convence o te falta algún ingrediente?
¡Puedo recomendarte una receta alternativa! 👌
¿Que son los muffins?
Los muffins son un tipo de panecillo o bizcocho pequeño que generalmente se hornea en moldes individuales. Se parecen a los cupcakes, pero suelen ser menos dulces y tienen una textura más densa y húmeda. Pueden ser salados o dulces y se pueden hacer con una gran variedad de ingredientes, como frutas, nueces, chocolate, especias, etc.
Se han convertido en un alimento popular para el desayuno o la merienda, y son fáciles de llevar y comer en cualquier sitio.
¿Cómo conservar los ceto muffins de arándanos?
Para conservarlos, primero debes asegurarte de que estén completamente fríos. Después, colócalos en un recipiente hermético o una bolsa ziploc y guárdalos en el frigorífico. Se mantendrán «frescos «comestibles» durante unos 3-4 días.
Yo lo que hago para que me duren más tiempo es congelarlos. Si quieres probarlo, colócalos en una bandeja para hornear y congélalos durante una hora. Luego, transfiérelos a una bolsa para congelar o un recipiente hermético y vuelve a colocarlos en el congelador. Así a mí me aguantan unos 2-3 meses.
Cuando quieras comerlos, simplemente sácalos del frigorífico o del congelador y déjalos a temperatura ambiente durante unos minutos para que se descongelen. Un consejo es que los calientes en el microondas durante unos segundos o en el horno a baja temperatura para recuperar su textura y sabor fresco.