Si tú también eres como Once de Stranger Things y te encantaría comer gofres a cualquier hora del día, ya sea para desayunar, para merendar, cenar… Entonces, puede que te interese saber cómo hacerlos sin tener que recurrir a una gofrera que ocupe espacio en tu pequeña cocina.
Hay muchas formas de prepararlos sin sacrificar el sabor, aunque su apariencia se modifique un poco. Pero eso te da la oportunidad de crear gofres más originales y divertidos que los hechos en una gofrera tradicional. ¡Hazlo a tu manera!
¿Tienes ya una receta de gofres?
Lo más importante de un gofre es la masa. Si ya los has cocinado en alguna ocasión, sabes que si queda muy líquida se puede extender por todos lados y no queda una masa gordita y sabrosa, sino más bien fina y tostada. Si, por el contrario, está demasiado espesa, puede quedar como un mazacote que sea difícil de tragar sin un poco de leche.
El equilibrio es la clave. Aunque es cierto que yo prefiero que quede un poco más espesa que líquida si la vas a hacer en aparatos como la sandwichera o el grill, para asegurarte de que no vas a manchar nada. También puedes optar por hacer gofres pequeños con una masa tipo galleta que puedas moldear y cocinar fácilmente incluso en tu freidora de aire.
Tipos de gofres
Existen recetas para todos los gustos, pero los gofres más conocidos son los siguientes:
- Gofre Belga o Bruselas: Son los más conocidos, por su espesor grande y crujiente y su forma cuadrada con agujeros. Se suelen servir calientes y con chocolate, nata o helado por encima. Los puedes encontrar en todas partes y su preparación es muy sencilla, solo se usa una masa de levadura con clara de huevo.
- Gofre de Lieja (Bélgica): Es muy parecido al anterior, pero con un formato más pequeño y un sabor más dulce. Esto se debe a que casi al final de su preparación se incorpora caramelo. Se comen sin acompañamientos y son muy típicos en los puestos callejeros.
- Gofre Bubble Waffle: Se trata de un gofre popular en Hong Kong. Son más grandes que los anteriores europeos y redondos. También son más finos, menos esponjosos y se suelen consumir como un snack. Entre sus ingredientes se incluye el azúcar, leche y yema de huevo, a veces incluyen colores para hacerlos más atractivos.
- Gofres salados: Para los menos golosos, también hay gofres que se elaboran con menos azúcar y se añade más sal. Es perfecto para acompañar con alimentos salados, como embutidos o huevos para desayunar o preparar un bruch estilo americano.
- Gofres norteamericanos: Destacan por su textura esponjosa y pueden ser dulces o salados. Se elabora como tipo de masa de tortita con levadura química, y se consumen principalmente en el desayuno con miel o siropes.
- Gofres Virginia: Es prácticamente igual que el anterior, pero con la peculiaridad de que cambia la harina de trigo por la de arroz o de maíz.
He probado la mayoría y, sin embargo, mi favorito sigue siendo el gofre de Lieja, porque tienen unas pepitas de azúcar muy crujiente que lo hacen diferente al resto. Lo puedes hacer tanto en gofrera como en cualquier otro aparato de los que ahora veremos, ya que es una masa muy consistente. Solo requiere hacer un bola y aplastar.
Azúcar perlado… un imprescindible
Dulce, crujiente… El azúcar perlado es el ingrediente principal de los gofres de Lieja, pero ¿qué lo hace tan especial?
Se trata de un tipo de azúcar que destaca por tener unos granos grandes con forma irregular, de entre 1 y 2 mm. Esta forma aparece al prensar bloques de azúcar. Al igual que otros es de color blanco y se usa habitualmente para decorar postres o elaboraciones dulces, por ejemplo en roscones de reyes. Pero tienen la ventaja de que no se funden al hornearlos.
Eso sí, ten en cuenta que no es fácil encontrarlo en establecimientos habituales. Pero puedes hacerlo en casa si lo prefieres. Solo tienes que humedecer azúcar glas, hacer una bola y después rallarla para conseguir esas perlitas. Extiéndelas bien en una bandeja y deja que se sequen al menos 24 horas. ¡Ya lo tienes!
¿Cómo hacer gofres si no tienes una gofrera?
¡Vamos al lío! Si no tienes una gofrera, te voy a proponer algunas formas sencillas para que te queden igual de sabrosos con aparatos que puedes tener en casa.
Usando una sartén
Es lo mismo que si fueras a preparar tortitas, de modo que la masa puede estar un poco más líquida si te gusta que quede más jugosa. Puedes incluso divertirte con tus peques haciendo las formas que más os gusten.
¿Cómo preparar los gofres en la sartén? Solo tienes que engrasar un poco la sartén y poner la masa. Cuando esté dorada por abajo, dale la vuelta y dora también esa parte. Luego puedes servirla con los toppings que más te gusten.
En la sandwichera de toda la vida
Este es el utensilio que más se parece a la gofrera, lo único que no tiene es la forma de cuadritos, pero puedes hacer los gofres prácticamente iguales. Lo único que te aconsejo es que la masa no sea líquida porque puede rebosar.
¿Cómo preparar los gofres en sandwichera? Engrasa las placas con un poco de aceite o mantequilla, después pon la masa del gofre, cierra bien y deja que se dore alrededor de 5 minutos. Depende de la potencia que tenga la tuya, puede ser un poco más o menos, te recomiendo que la primera vez lo vayas comprobando y apuntes los minutos exactos para la próxima.
El grill, gofres a rayas
Es muy parecido a la gofrera y a la sadwinchera, pero en este caso le dará forma de rayas. Solo tienes que engrasar la plancha, colocar la masa (consistente y no líquida), tapas y a cocinar.
También te recomiendo que la primera vez te quedes con los minutos que ha tardado en cocinarse como a ti gusta, para hacerlo la próxima vez.
Mételos en el horno
Para cualquiera de estas dos opciones necesitas un molde de silicona donde poner la masa de los gofres, con el objetivo de que no se peguen y tengan una forma agradable. También se puede usar masa más líquida para que queden unos gofres esponjosos.
¿Cómo se preparan en el horno o en la freidora de aire? Al igual que el resto, debes engrasar el molde y luego poner la masa dentro. Hazlo durante 12 minutos a 220º. Una vez que se ha dorado la parte de arriba, dales la vuelta durante unos minutos más para que se doren los dos lados.
¿Has hecho mucha cantidad de gofres o te cansas de tener que hacerlos continuamente? Te recomiendo que los congeles, y así siempre los tendrás listos. Después solo tienes que calentarlos en una sartén, sandwichera o hasta en la tostadora.
¡Anímate a probar distintos sabores y hacer tus propias versiones saludables!